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2 septiembre 2014

ENTREGADA A LOS ALBINOS DE TANZANIA LA AYUDA DE MISS PROGRESS

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Llevado a cabo el proyecto de la ganadora de la primera edición de Miss Progress International. Distribuidos en el Municipio de Kinondoni los bienes indispensables para la comunidad albina de Chalinze.

Dar es Salaam – Es difícil arrancarlas una sonrisa. Viven en comunidades bajo estrecha supervisión porque incluso hoy en día, a causa de las creencias absurdas arraigadas en la mente de algunos, se ven obligados a vivir marginados y supervisado, con el fin de evitar los ataques viles de que a menudo son víctimas.

En Tanzania, las PWA (personas con albinismo) suben a la vanguardia de las noticias solo cuando personas poseídas los mutilan, con el fin de completar innobles «ritos mágicos». A pesar de los esfuerzos de las organizaciones no gubernamentales (entre ellas, el «Under de Same Sun»), sigue siendo imposible que se alejan de la comunidad sin escolta.
Hace unos días una delegación de albinos que viven en Chalinze recibió los materiales enviados por la Associazione Culturale In Progress de San Giorgio Ionico (Italia), organizadora de Miss Progress International, un evento único en el mundo que premia a las participantes por su compromiso social.

La entraga de la ayuda a los albinos
La entrega de la ayuda de Miss Progress International a los albinos

La ganadora de la primera edición, Julieth Lugembe, se llevó el título gracias a su proyecto en apoyo de los albinos de su país, Tanzania.
Julieth acabó de dar a luz a una hermosa niña y así fue su hermana Valentina para cuidar de la entrega de las gafas de sol, sombreros, unguentos de protección solar, camisetas, útiles escolares y juguetes. La ceremonia se realizó en el edificio del municipio de Kinondoni, aglomeración de moras de dos millones de habitantes en el norte de la capital Dar es Salaam.

unos niños de la comunidad de Chalinze
unos niños de la comunidad de Chalinze

Ciertamente, el trabajo de la asociación In Progress no resolvió un problema cuyo alcance es todavía demasiado grande, tanto como el territorio de Tanzania pero, sin duda, para unas pocas docenas de los muchos albinos que viven en la miseria y en el miedo, había una buena oportunidad de sonrisa.

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